"La psicología no me interesa para construir un personaje".
Con estas palabras Martín Rejtman abrió el debate con el público que, a sala llena, asistió el sábado pasado en la Cineteca Nacional a la presentación de "Dos Disparos", su última película.
A lo largo de media hora, el cineasta brindó algunos detalles de la técnica de construcción de la obra, que empieza con una escena impactante, que bien podría haber sido su final: un muchacho encuentra un arma en su casa una tarde de verano, y sin pensarlo se pega dos tiros, salvándose de milagro.
Ante una observación del público sobre el marcado laconismo de sus personajes, Rejtman contó, por ejemplo, que la psicología es para él algo algo secundario, y que lo que más le importa para construir sus personajes es la dicción, el diálogo y la escenografía, con la idea de que sea el público el que descubra o imagine sus pensamientos.
También explicó que si bien su idea original era filmar "Dos disparos" como una película seria, el humor fue brotando lentamente a lo largo de la narrativa, lo cual hizo que terminara traicionando su proyecto original. En este sentido, comentó que muchas de sus obras se basan en este tipo de traiciones fructíferas.
Por úlitmo habló de su interés por dar vida a los objetos, que molestan a los personajes en un ambiente atemporal, pero algo desfasado respecto de la época actual, en la que conviven televisores viejos con celulares modernos.
La productora Interior XIII y el cineasta argentino agradecieron el apoyo de la Embajada Argentina, la Cineteca Nacional y el Festival de Cine del Desierto por haber hecho posible el diálogo con el público en la función especial de Rejtman, que esta semana viajará a Sonora para brindar un taller en el marco del Festival.