Por sexto año consecutivo se llevó a cabo la celebración del Día Mundial del Malbec el 30 de abril en el hotel Live Aqua de la Ciudad de México, evento que fue organizado por Wines of Argentina, entidad encargada de posicionar el vino argentino en el mundo, y la Embajada Argentina. Contó con la asistencia de 300 invitados, entre consumidores, periodistas, comercializadores y distribuidores de vino.

Participaron 22 bodegas argentinas que ofrecieron ocho etiquetas de sus vinos Malbec para degustar entre los invitados, quienes pudieron maridar con seis islas de exquisita gastronomía mexicana que armonizaron con la cepa insignia de Argentina. También se ofrecieron tres catas técnicas a lo largo de la jornada para 75 invitados.

En los puntos de venta al público, las bodegas vendieron más de 150 botellas de vino Malbec, que representaron un total de 45 mil pesos mexicanos.

El evento también incluyó clases de tango para los invitados, a cargo de la profesora María Inés Montilla, y  un show musical, en el que el cantante y bandoneonista Pablo Ahmad y su cuarteto de tango interpretaron un repertorio de canciones populares y de su autoría.

Funcionarios de la Embajada y directivos del hotel dieron cierre a la celebración y agradecieron a Wines of Argentina la elección de México para la finalización de toda la serie de eventos de celebración del malbec a nivel global. Asimismo, destacaron la importancia del mercado mexicano, donde la gastronomía, el vino y el turismo argentinos han alcanzado gran prestigio.

Wines of Argentina destaca que el Malbec se ha convertido en un clásico:

Un varietal clásico es aquel que se toma una y otra vez, a través del cual se descubren nuevas expresiones del terroir y nuevas capas de aromas y sabores. Un vino clásico es aquel que es apreciado tanto por aquellos que lo prueban por primera vez como por aquellos que lo beben asiduamente. Un clásico brinda tanto placer que nos invita a explorarlo seguidamente. Además, un clásico se transforma en un modelo. El Malbec se ha convertido en el paradigma del vino argentino, es nuestra cepa emblemática. Esto significa que, gracias a él, hemos podido comenzar la aventura de descubrir el potencial de nuestra industria vitivinícola.